lunes, mayo 12, 2008

Siempre me gustó esta foto. Nunca me gustó madalena escrita con G.

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Hace ya un par de años, recorríamos ciudades entre trenes en los que, si hoy me montara en alguno de ellos, sufriría una de esas sensaciones que te hace creer que estuviste ahí ayer mismo.

Una marca: Senheisser. La de unos cascos que cubrían mi cabeza y conseguían que la música me envolviera de tal forma que, por una parte, impedía que entrase un solo ruido de fuera y por otra, me hacía prometer a mi mismo tener unos cascos parecidos algún día.

Meses después de que ese día llegara, me encontraba en el metro yendo desde un sitio hacia algún otro. Dos horas de sueño a mis espaldas me hacían no tener claro ninguno de estas dos cosas. En mi mano una madalena, en mis orejas unos Senheisser. Empezaba a sonar una canción en la que se escuchaba una fuente, un río, ruidos de alguna intro que me hacían agradecer no estar meándome. Sin prisa le quitaba el envoltorio a la madalena sin evitar, por supuesto, que algún trozo quedara pegado a él. Algún dia lo conseguiría, pero no iba a ser ese.

Una madalena, un envoltorio, unos cascos y una chica delante mia agitando de un lado para otro una botella de agua mineral. Parecía haber ensayado alguna coreografía con la música de mis cascos mientras yo salía de la hipnosis producida por el movimiento del agua para comerme el primer trozo de madalena.

De repente la música y la botella de agua cobraron sentido cuando el bolo alimenticio en el que se había convertido la madalena dentro de mi boca parecia hacerse más y más grande. ¿Habéis probado a tiraros un eructo en un concierto a todo trapo? Pues esa era la sensación. Unos cascos que desvirtuaban la realidad de un sonido, el de una boca seca amasando madalena, y le daban coherencia y necesidad a otro, el de la música del río, el agua, la fuente y de todas esas cosas que me hicieron desear arrancarle la botella de agua a la chica de enfrente mío.

Se acaba la intro, empezaba la canción, la chica se bajaba y yo me acababa la madalena.

Gracias por ella.

4 comentarios:

Nerea dijo...

Gracias por ella, digo yo también.
Muy visual todo, se me ha hecho la boca pasta con la maGdalena.
(En verdad a mi tampoco me gusta con G)


Esas greñas de Gonzalo en la foto...

Zalo dijo...

Éste miércoles estaré en El Barco y el jueves me ha dicho Rober de ir a Las Vistillas. Blanco y en botella, macho.

¿Bolo alimenticio? Eres mi héroe.

Anónimo dijo...

Por qué en el metro o por la calle es raro e incorrecto pedir agua a un completo desconocido y sin embargo en un concierto o bar, está mejor visto.

No querría atragantarme nunca con una magdalena en el metro de Madrid, la gente te mira, pero no colabora.

Me gustan los trenes.

Ana...

Anónimo dijo...

Gran foto, grandes recuerdos (esa no la tengo).

Enorme como siempre. Gracias por entretener un poco este día de curro tan raro.

Un abrazo compañero de Grifindorf.

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