martes, noviembre 07, 2006

Nos vamos

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En este último post mi intención es por un parte reflejar que será de mi vida bloggera y todo a lo que ella rodea a partir de ahora y por otra dejar una despedida intentando estar a la altura de unas circunstancias tan altas que casi ni las puedo ver.

Siempre he creído que el que haya vida después de la muerte, tiene que ser toda una jodienda, y es que si lo pasamos mal cuando se muere un conocido nuestro, ¿cómo lo tendremos que pasar cuando todos nuestros conocidos mueran de repente? Al fin y al cabo esto es lo que implica morirse. Yo por mi prefiero quedarme enterrado sin enterarme de nada o si acaso reencarnarme en Pitita Ridruejo o Pau Gasol.

Irme a Londres sería algo así como morirme, y es que abandono una vida para meterme en otra donde no está toda esa gente que me hace sentirme tan orgulloso de hacer lo que he hecho y de la forma en que lo he hecho, y como ya dije, este enorme handicap me hace coger fuerza y moral para seguir adelante. Que si, que la metáfora de la muerte es un poco hardcore, pero si no hago una metáfora en este mi último post sería como despedirme sin decir algún chiste malo.

Agradezco a todas aquellas personas que han apoyado mi decisión y me han dado alas para seguir hacia delante casi tanto como a aquellas que creen que he escogido mal el momento y que hago mal yéndome ahora. Este tipo de cosas hay que hacerlas por motivaciones totalmente personales, pero el hecho que haya apoyos y “pruebas” exteriores siempre incentiva de alguna manera las acciones propias.

Escribo esto a falta de unas cuantas horas de estar en Londres y la palabra que resumiría mi estado ahora mismo sería expectativa. Son tantos los sentimientos concentrados que tengo ahora mismo dentro del cuerpo, que debe ser que se han reunido todos en un mismo punto y han decidido esconderse sin armar mucho jaleo. Al menos de momento. Desde los nervios (estoy como si me hubiera tomado tres tilas) hasta el sentimiento ese de saber que vas a echar mucho de menos a la gente de aquí. Soy consciente, pero aun no lo asimilo.

Y bueno, hablando ahora del blog, definitivamente lo voy a cerrar de forma temporal. ¿Por qué? Porque yéndome lo que quiero es dejar atrás Madrid y todo lo que ello conlleva. Poluciones Nocturnas sería un “lo que ello conlleva” bastante importante para mi. Ahora bien, el hecho cambiar de ciudad no significa que me deje de gustar escribir. Cierto es que muchas veces, cuando más cosas me pasan, más me cuesta escribir por aquello de saber sintetizar todo lo vivido, pero una vez conseguido es cuando más satisfecho me quedo con el resultado obtenido. Siendo asi, si dejara de escribir en un blog con todo lo que se me viene encima lo acabaría pagando caro:

Pompas y Circunstancias

Este será el blog que compartiremos Gonzalo y yo en nuestra estancia en Londres y en principio la idea es reunir lo que bien pudiera ser un cuaderno de bitácoras y un mail de esos que se reenvían a cien personas, contando las andanzas.

Sin mas este blog queda ahora cerrado hasta que vuelva a Madrid. Me despido con la frase de un grande y con el agradecimiento de todos los que os pasáis a leerme de vez en cuando.

Esto no es un adiós, es un hasta nunca. – Leslie Nielsen

viernes, noviembre 03, 2006

Penul

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Finalmente nos vamos el martes día 7 de Noviembre. Gonzalo en un avión que saldrá a las 8 de la mañana aproximadamente, yo en otro que saldrá a las 3 de la tarde, también, también aproximadamente.

Para explicar porque volamos en vuelos distintos podría inventarme una tortuosa historia diciendo que nos hemos enfadado porque su novia le puso los cuernos conmigo y debido a esto él había prendido fuego a toda mi colección de cromos de El Rey León, pero la realidad es que lo que mueve nuestros intereses no es más que la misma mierda de siempre a la que nos tendremos que agarrar como un clavo ardiendo: la pela.

¿He dicho que nos tendremos que agarrar a una mierda?

Y es que Gonzalo vuela en Easyjet y cuanto más temprano saliera el vuelo, más barato salía la broma. Por mi parte gracias a que mi padre ejercía jornada laboral en la compañía de Air Plus, me consigue un billete de esos gratuitos en los que solo pago las tasas. Lo cierto es que me voy a Londres por 12,75 euros. La borrachera de este fin de semana doblará esa cantidad.

Así que al bueno de Gonzalo le toca esperar unas cuantas horas en el aeropuerto de Gatwick, mientras yo hago lo propio en el aeropuerto de barajas, o en mi casa, vete a saber.

De momento al aeropuerto nos viene a recoger un amigo de mi tía que se ha ofrecido a acercarnos a “donde sea necesario”. Un buen rollo de tío al que probablemente invitaré a una generosa bolsa de risketos. Ese “donde sea necesario” será el hostal Acacia en South Kensington donde hemos reservado un par de camas para pasar las cinco primeras noches y ya una vez en Londres buscar piso como condenados, porque lo cierto es que desde Madrid esa tarea es complicada hasta decir basta. El hostal barato, en buena zona y además dan desayuno continental.

Hace un par de días Gonzalo me mandaba este mensaje:

Acbo d ablr cn 1amga dl pueblo k sta n london trabajndo n sout knsnton,dce k todo dbuti y k ns invita a sangria cndo llegms.es una tia gnial,ya veras,mola!


Dos lagrimones se deslizaban por mis mejillas. El primero de ellos por el hecho de recibir un mensaje y el segundo por lo que en él decía. Yo que ni siquiera sabía que existía la sangría en Londres.

Mi actividad laboral allí sigue siendo una incógnita. Tras hablar con el amigo de mi tía, ese al que voy a invitar a los risketos, me comentó que conoce una agencia en el que pagando 50 libras, te consiguen trabajo en dos o tres días de camarero probablemente. Un 1 en la quiniela, a pesar de lo de las 50 libras.

Y bueno, hasta aquí el penúltimo post preLondres. En el último Y SOLO en el último diré que es lo que ocurrirá con el blog una vez me vaya.



Lo cerraré hasta mi vuelta a Madrid.