lunes, diciembre 06, 2010

Un mes

___________________________________________________________

Poco más de un mes desde que me fuí de Madrid. Esta frase con un calendario en la mano es cierta, pero en realidad es mentira. Desde ese 3 de noviembre, he cogido seis aviones, parado en cinco paises (Malasia de refilón, vale), dormido en seis hoteles y trabajado en más de diez sedes olímpicas distintas separadas por muchos kilómetros entre sí y haciéndolo durante jornadas que, con suerte, solo duraban 12 horas. Y todo esto dicho sin que la lluvia caiga sobre mí a lo Blade Runner, porque lo cierto es que por aquí hace un calor y una humedad que a veces roza lo insoportable.

Los chinos son obtusos, cabezones, bastante vagos y guarros como un dolor. Obtusos porque no son capaces de plantearse que habrá más allá de lo que "el de arriba" sea quien sea, les ordene. Cabezones en parte por este mismo motivo y es que si por alguna casualidad les llegas a plantear una forma más cómoda y fácil para todos de hacerlas cosas, pero que no es la establecida por "el de arriba", les crearás un colapso en la cabeza que acabara con un, "por mi cojones que esto se hace así" que, en serio, puede frustrar hasta extremos inimaginables. Bastante vagos porque se dispersan con facilidad, tienen el Iphone o el móvil para cualquier mínimo receso, que en caso de que dure un poco más de lo debido aprovecharán para usarlo durmiéndose en cualquier parte que os pudáis imaginar. Y guarros porque, como supongo habréis oido, son capaces de crear gargajos con una claridad que levantaría a ese único chino enterrado de su tumba, y tampoco tienen problemas para eructar o tirarse pedos en público como si de sacarse el calzoncillo del culo se tratara.

He tenido mala suerte con mis jefes, y es que cuando la hostilidad y la falta de respeto viene provocada por la inutilidad propia, pues uno se esfuerza por hacerlo mejor para cambiar la forma en la que es vista su trabajo. Cuando esta funciona de forma irracional y sin sentido, lo único que queda hacer es tragar y desahogarse entre cervezas con los amigos a los que les debo más de lo que se imaginan.

Todo este ambiente de pesadilla puede hacer ver que quedarme en España comiendo lentejas y pasando fresco hubiera sido mejor plan. Nada más lejos de la realidad y es que creo que todo este ambiente desfavorable me ha hecho crecer como persona de una forma que jamás podría haber imaginado y en tan solo... ¿un mes?.

Y después de este tiempo sin dar señales de vida escribo para hablar de como lo malo me ha influido para bien, y paso de largo sobre los mil detalles increibles y positivos que vienen dados no de patadas en los testículos, sino de situaciones buenas de gente de este país que merece tanta admiración por mi parte que no cabría en cuatro blogs.

De eso ya escribiré... y de las vacaciones, que madre mía de mi vida.

5 comentarios:

ordago13 dijo...

Tan chungos son tus jefes curro???

Por lo demás veo que todo bien, piensa en verde, en breves estaras en Spain con el bolsillo lleno, con experiencias para llenar un libro y pilas recargadas para comerte el mundo.

Nerea dijo...

De todo tiene que aprender uno.
Espero el post de las vacaciones para envidiarte más profundamente, que con este no se logra el objetivo.
Con suerte 12 horas currando al día? Nops, gracias.
Un abrazo.

Rafa Gil dijo...

Esto que has escrito es grande, importante y necesario. Por una parte es exactamente el tipo de descripción que necesitaba de la gente del país (que me inquieta cosa mala) y por otro lado sintetiza muy bien tu momento.
Muy bien.

Miriam dijo...

Woow! con tanta intensidad te parecera que llevas un mundo allí..

Esto solo me sirve para ir abriendo boca,deseandito estoy que vengas y nos cuentes con todo detalle!

Cuwo...gran nombre!

Leni dijo...

Hay que decir que,entre todo el tumulto de chinorris pueblerinos y malavenidos hay gente que vale un monton,que razona, y que no escupe en cualquier instante.
De hecho una de las pocas esperanzas que le veo a China es que su gente joven es infinitamente mejor que sus mayores,que han tenido la mala suerte de tener que avanzar 200 años de civilizacion en solo 50.

Todo esto claro,dicho desde madrid,habiendo digerido parte de la experiencia de vivir entre chinos,trabajar con chinos, y soportar a chinos.

Y de lo demas,poco mas que comentar despues de todo lo que ya hemos hablado. Lo importante es que tu has crecido,hasta de lo malo se aprende,y hemos estado en una playa llena de monos.
Un abrazo!