viernes, febrero 15, 2008

Sevilla 2/2

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¿De qué Sevilla hablamos? ¿De la Sevilla de grandes avenidas, o la de los barrios obreros? ¿De la Sevilla tecnológica de la Expo, o de la que sufre el paro y la droga? ¿De la Sevilla aparentemente alegre, vibrante, joven, o de la Sevilla marginada,secretamente melancólica, escondida tras los trinos de pájaros enjaulados?

Lo que cose todas esas Sevillas es una palabra, un concepto que hilvana todo hasta el corazón de este laberinto tortuoso. Una palabra nebulosa, inconstante, pero precisa y dócil a la vez que sirve de referencia para muchas cosas. Esa palabra es… Arte.



De la última vez que anduve por el centro de Sevilla a este fin de semana pasaron dos personas. Una era un niño del que sus padres llevaban de la mano y lo único que quería era llegar al sitio donde le llevaban para sentarse, ver la tele y con suerte beberse un batido. Y a no ser que estuviera rodeado de videojuegos, tías en pelotas, o videojuegos de tías en pelotas, todo lo que alrededor hubiera pasaría desapercibido. Este fin de semana hubo otro yo con unos ojos más observadores, cual guiri palurdo que quiere aprovechar al máximo el tiempo que este allí y así poder llegar a su casa y decir lo bonito que fue todo aunque en realidad fuera un truño.

Lo cierto es que no lo fue. Me encantó Sevilla:


Centro Ciudad.



Puente de Triana.



Plaza De España



Esto no me acuerdo que era, pero me gustó como quedó la foto.


Carriles bicis por los que veías a familias enteras ir de un lado a otro de la ciudad, el criticado tranvía por lo inútil que se dice que es y por el contraste chungo que puede dar al lado de las iglesias, o los cientos de guiris que caminaban en manga corta (la manga corta nos delataba) me hacían tener la agradable sensación que aquella ciudad formaba parte de Europa pero sin dejar a un lado las raíces y costumbres tan características que hacen de Sevilla una ciudad especial.

Y cuando hablo de raíces, hablo de esto:


Viva el mundo. Viva el pescaito.


De vuelta a Madrid recordaba y me alegraba al darme cuenta de que era yo uno de esos locos que se reía solo andando por la calle.

Especial dedicación de estos posts a toda la familia a la que ví y que me trataron de forma increíble sin excepciones, y a mi amigo Juani que se encargó de hacer de el fin de semana algo más mítico aún.

6 comentarios:

Zalo dijo...

Eres un cabrón. Te odio.

Anónimo dijo...

WOW...

Nerea dijo...

Sevilla tiene un color especial... y es más tirando a amarillento.

Las raíces de Sevilla no me gustan tanto a mi, eh... esos calamares y vete tú a saber qué cosas más.

Me quedo con las vistas.

Anónimo dijo...

pueees.. no tiene mala pinta... si consigo salir de este agujeropozochistera en donde me encuentro no me importaria acercarme por ahí.

Dios mio.. eso que veo es cazón adobao... gruu gruu rugen mis adentros...

Ana

Mariángeles (VERA) dijo...

"Los jardines de Murillo" como su nombre indican, estan fuera de la antigua muralla que rodeaba la ciudad, en el exterior de "Los Reales Alcázares". Hay árboles muy grandes... y desde hará aproximadamante una década están vallados.

Saludos y vuelve cuando quieras.

Victor Manuel Jiménez Andrada dijo...

Son cerca de las dos y media de la tarde y veo esa foto, con el adobito, los chocos, las gambas y la cervecita... y mi boca es todo agua. La foto que recuerda y mucho el olor a sur y a verano.