miércoles, agosto 20, 2008

Otro de esos

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Cinco palabras:

Yahe ter mi na do

Las que, a petición propia y desde el más oscuro rincón de la casa, podía oir mi madre en forma de canturreo y con voz infantil e inocente.

Cuando termines, me avisas – decía ella sin perder la compostura en ningún momento.

Ser madre no se escribe en el Currículum. Las madres no se pavonean de serlo. Las madres van al mercado y dicen “mi hijo es ingeniero agrónomo”, o “pues el mío tiene su propio bufete de abogados” pero en ningún momento dicen “SOMOS MADRES”.

- Mamá, mamá... que tengo caca mala.
- Mmmmmm... ¿has tirado ya de la cisterna?

- Si – respondía con la cabeza gacha y semiavergonzado por haberlo hecho.
- Ya te he dicho que si tienes caca mala me avises. La próxima vez que no se te olvide.
- Si, mamá


Y entonces llega esa próxima vez cuando desde el cuarto de baño de la casa se oía ese canturreo: Yaaaaaheeee teeeeer miiiiii naaaaaaa dooooooooooo (el cual tengo aún perfectamente grabado en la cabeza). Y tu madre deja de cocinar y va al cuarto de baño para ver como de mala es tu caca, tira de la cisterna y vuelve a la cocina para prepararte una manzanilla.

Y uno se tumbaba en la cama y en seguida se ponía a pensar en donde estaría esa canica que le falta, o si ya se habría pasado la hora en la que echaban Oliver y Benji sin pensar realmente en que lo que acaba de ocurrir. Eres un niño y todo lo que es habitual que se haga, no es un gran asunto, porque así es como funcionan las cosas. Y tu madre acaba de mirar cara a cara a ese montón de mierda que ha salido por tu pequeño culo y tu sigues pensando en las canicas y en Oliver Y Benji.

Madres del mundo, años después de que todo eso ocurriera: GRACIAS.


Y bueno, quizá un día de estos en el blog deje de hablar de caca y de pis, pero eso será solo quizá, y si recibo comentarios amenazantes para que deje de hacerlo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué viva la madre que te parió!
Y la que me parió a mi también.

Anónimo dijo...

Ana dice:

Maaamaaaa... corre corre,... VEN!!!
y mama venia corriendo por si la mierda era absorbida por el retrete.
Hay quien no se limpiaba ni la plasta del culillo para no tapar la caca con el papel de después...

Ayer en la comida, en un restaurante fino fino, se lo recordé a mi madre esto mismo...

A ella si que no se le olvidará..

Boas tardes desde Portugal...

muah!

Quico dijo...

Probando... uno... dos...

Perdedor!


Los tipos duros como yo obligábamos a nuestras madres a que también se agacharan sobre la taza para olerlo...