jueves, marzo 26, 2009

No sería la primera vez

___________________________________________________________

Somos cinco personas en el coche. Yo en el asiento del copiloto tengo la ventanilla semiabierta.

- ¿Quereis un cigarro?
- Sí, porfi.
- Claro
- Ah sí, yo tambien

- No gracias.

En cuestión de segundos el coche parece un videoclip de Bon Jovi y la única ventilación que existe viene de al lado de mi cara. Lo que en realidad es cuatro chicas fumando en un coche, en mi cabeza es una reunión de ancianas que quedan para tomar té y pastitas mientras hablan de los abdominales de Jaime Cantizano y se rien sonrojadas tapándose la boca. Trago humo, me pican los ojos, toso y me concentro en ese hueco de la ventana que parece ser mi único aliado.

Llego al centro de prácticas un día más, me bajo del coche, miro a mi alrededor y suelto un resoplido de asco y desgana. ¿Bueno, algún lado positivo tienes que encontrar, no? Claro, lo positivo es que dentro de tres horas estaré en casa y le cogeré aun más aprecio a encerrarme en mi habitación tumbado en la cama mirando al techo y escuchando cualquier cosa.

Casos en los que después de poner un folio lleno de operaciones me lo arrugan y me lo tiran a la cara, que me miran con cara de asco diciéndome "déjame en paz" por la única razón de ser un "hombre español", que llegándome al ombligo me miran desafiantes como pidiendo pelea porque les estoy suplicando que se callen, y todo envuelto en un contexto de gritos y voces nasales que hacen excepcionales los días en los que salgo de allí sin frotarme los ojos del dolor de cabeza que tengo o resoplando por asco y desgana.

Otra vez en un coche de vuelta quince minutos metido sin ganas de hablar y sin posibilidad de hacerlo cuando las encuentro. Toso, humo, asco. Me dejan en una parada de metro a una hora de mi casa, Sierra de Guadalupe. Porque sí, porque ese sitio existe a pesar de que cuando alguna vez lo vemos en el plano de metro a tomar por culo creemos que esto no es posible.

Nada es tan grave como lo pinto, soy consciente, pero me convierto en una persona con prejuicios sin querer serlo y consigo que lo bueno sea normal, y lo normal sea una mierda. En lo que se quedaría lo que es una mierda prefiero no pensarlo. Me desahogo con estas lineas en un sábado nublado. Quizá sea eso.

6 comentarios:

Ba dijo...

Hang on. A veces estar a disgusto sirve para muchas cosas, pero sólo si quieres que lo haga, y esas cosas.

Nada que ver con lo del humo. Es jodidamente asqueroso y normalmente a la peña se lo suda.

Ánimo!

Nerea dijo...

Tienes que intentar encontrar algo bueno entre tanta mierda, y agarrarte a eso para que cada día no sea peor. Intentalo.

Otra cosa, si te entran esas ganas de hablar y/o desquitarte... tienes mi teléfono.

Un abrazo.

Curro dijo...

"encontrar algo bueno entre tanta mierda". En eso ando, sí.

Gracias a las dos! :)

Ana dijo...

Hay q ver.. cuánto daño hace el tabaco.
Supongo que la solución será matar a alguno de ellos delante de sus inocentes caritas, demostrar que tu tienes el poder y así mantenerlos a raya.
Que vean de lo que eres capaz cuando te cabreas.

Suerte! y mala hostia.

Quico dijo...

Hay que practicar el egoismo!

Yo ando en ello y te lo recomiendo

Zoe -sin acento, por favor- López dijo...

a ver si ahora la culpa va a ser de las nubes Sr Curro....

q irascible te veooooo