Se para el metro frente a mi y entro escuchando Harrowdown Hill a medias, me siento con la mente puesta en sacar el mp3 y volver a toquetear la entrada de los cascos pero el impacto de mi culo con el asiento parece ser suficiente. Bien. Acaba Harrowdown Hill, empieza la siguiente canción y me doy cuenta que me apetece escuchar otra cosa, o lo que es lo mismo, me apetece poner en riesgo la integridad de la música en estéreo porque me he encaprichado en escuchar algo más cañero. Bueno, igual tengo suerte y al sacarlo esta vez sigue intacto.
Vuelve a silenciarse el casco izquierdo. Vale, tienes el mp3 en la mano, decide que vas a escuchar, colocate el mp3 estratégicamente en el bolsillo y después de eso no muevas un jodido músculo. Decido escuchar Norma Jean, pulso el play y meto el mp3 en el bolsillo. Una vez ahí empiezo a girar los cascos. Los doblo contra la entrada pero aguantan solo el tiempo que se queda doblado. Pruebo a enrollar los cascos en el mp3, nada. Saco los cascos y los vuelvo a meter, nada.
Voy por Torre Arias, suena la tercera canción del disco y aun me sigo tocando el bolsillo como si estuviera desactivando una puta bomba. Paciencia Curro, pacien... Y entonces vuelve a funcionar. Y sin necesidad de sujetar los cascos con la mano. Paralizo mi pierna, saco la mano de mi bolsillo lentamente y mientras disfruto de la calidad del estéreo dejo el cuello rígido y estirado.

Miro a mi alrededor moviendo solo mis ojos, no estoy dispuesto a que la curiosidad de ponerle cara a las figuras que percibo por el rabillo del ojo me estropeen el viaje. Me atrevo a cerrar los ojos y de repente me encuentro envuelto en esa agresividad desgarradora que mi cuerpo me pedía, abro los ojos y veo que una señora tiene que hacer un escorzo para esquivar mis estiradas piernas. Automáticamente echo las piernas para atrás, gesto que en mi cabeza se reproduce a cámara lenta mientras oigo un Nooooooooooo...
Pero la música sigue sonando como si nada hubiera pasado. Los cascos aguantan como si estuvieran forjados de aluminio y en mi mente estoy haciendo un headbanging que disloca mi cuello.
Al rato una embarazada se para delante mía, le cedo mi sitio y al levantarme deja de sonar no solo el casco izquierdo, sino también el casco derecho. Me quito los cascos, me los meto en el bolsillo y vuelvo a cerrar los ojos.