lunes, diciembre 15, 2008

Te regalo mi bufanda

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Y tumbado a oscuras en la cama de mi habitación veía el segundo capítulo de otra serie de la que me hablaron recientemente. Dream On, la cual se desmarca de ser otra serie de comedia convencional por meter entre las situaciones que se dan, escenas de películas antiguas que se recrean a modo de pensamiento del prota, en lo que podría equivaler a un "esto me recuerda a cuando..."

El protagonista interpreta la imagen de un treintañero en decadencia que acaba de firmar los papeles de divorcio con su ahora exmujer y que intenta sin éxito encontrar otra mujer que la sustituya. La exmujer, con la que guarda una buena relación, rehace su vida con un médico de reconocimiento y las cosas, en definitiva, le van de pamelas.

Tras otra cita fallida, el protagonista va a medianoche a casa de la exmujer no en busca de otra oportunidad - al menos de forma directa - sino tan solo a tener una charla agradable con alguien que le haga olvidar la situación en la que está:

- Echo de menos esto - dice él
- Ya - dice ella mirando hacia abajo
- No no, no me refiero a ti... me refiero a... esto.

Suena el teléfono y es el nuevo novio de ella que interrumpe el buen ambiente y la complicidad que habían conseguido crear hasta entonces. Ella sonríe emocionada y se muestra eufórica con la llamada. El, señalando hacia la puerta de la calle, indica que ya es tarde y que se va a casa. La expresión de su cara consigue ser lo suficientemente digna para no transmitir ni lástima, ni tensión, ni ningun tipo de reacción contraproducente con sus intereses. Ella sigue hablando por teléfono sin hacer mucho caso al exmarido y mostrando toda su efusividad hacia el otro lado de la línea.

El detalle, o lo que se podría decir que me ha motivado a escribir este post es lo que yo, casi sin darme cuenta, pensaba mientras ella hablaba por teléfono y él andaba hacia la puerta. Esto era:
¿Mirará ella a la puerta de forma melancólica una vez se haya cerrado?
O lo que es lo mismo:
¿Le habrá afectado que el ex se haya ido de la casa sin tener una despedida acorde con el momento de complicidad que estaban teniendo? O lo que es lo mismo:
¿Tendrán un reencuentro románticosexual en el futuro?.

Vamos que me ha encantado que el simple hecho de girar la cabeza pueda tener un significado tan grande. En mi imaginación al menos.

Por cierto, la muy putilla siguió hablando por teléfono sin dignarse a mirar a la puerta.

12 comentarios:

Quico dijo...

Zorra.

Aunque tú tampoco has girado la cabeza al separarnos en el metro de Gran Vía... Un placer pellear con usted

Sieghild Erzherzogin von Zeppelin dijo...

Yo he visto esa serie, al menos he visto una serie donde de vez en cuando vienen escenas de películas antiguas XD

C.G., caigo en tu espiral de vicio y destrucción marujil, y te diré, como experta que me considero en telenovelas (que es donde más se aprende de la vida, del amor y de los secuestros), que quizá la chica mostro ese exacerbado interés en el nuevo novio y "olvidó" dedicar una última mirada al ex, a propósito. Porque quizá ya no le quiere, pero le tiene cariño, y no quiere que vuelva a caer en la dolorosa fase de "vuelve conmigo por favor te lo suplico!". O porque quizá le quiere, pero las cosas le han ido muy mal con él, sabe que no funcionaría, no quiere que la complicidad vuelva porque le echa de menos, se ve débil y no sería capaz de resistirse de nuevo al "vuelve conmigo por favor te lo suplico!". O quizá fue lobotomizada, le implantaron un parásito en el cerebro y poco a poco ella se lo implanta a más gente, sustituyendo sentimientos anteriores por otros más convenientes para el Parásito Madre Alienígena, y la serie da un giro sci-fi molon. Y entonces sí que me animaría a verla XD

nus dijo...

Yo no he visto la serie, pero eso no importa. Ahora mismo lo único que importa es que no me puedo quitar de la cabeza la expresión: ir de pamelas. Pamela está perdiendo su uso como palabra (menos cuando va seguida de Anderson) y como complemento (menos en Ascott), creo que acabas de revitalizarla. No obstante, no sé si eso es bueno.

Ba dijo...

¿Y la bufanda qué tiene que ver?

Yo apuesto por el reencuentro románticosexual en el futuro. Es lo más cómodo para ella y probablemente la mínima esperanza para él.

Por diosles, qué de salsa rosa me he marcado. Anyway esa serie tiene muy buena pinta.

Quico dijo...

Estoy con Ba, las ex-parejas siempre tienen una opción de retorno si saben jugar bien sus cartas...

Anónimo dijo...

Eso acaba con un homicidio a modo 'puñaladas de carne'.


NOS VEMOS EN LOS ESPEJOS o SAMI PROTI SVEM (algun dia hay k aprender esloveno)

Ana dijo...

esas situaciones siempre deberían acabar en sexo.

con o sin bufanda

Nerea dijo...

Es mejor no esperar nada... ni que mire la puerta, ni despedida, ni reencuentro, ni bufanda.

Así nadie es putilla por seguir hablando por teléfono, pq nadie esperaba que dejara de hacerlo.

Curro dijo...

Quico, lo hice... observando que tu impasible espalda de gladiador no se giraba hacia mí.

Ana, la serie aun no es de ciencia ficción, pero oye, salen tetas!

Nus, no es bueno en absoluto. Las pamelas deberían extinguirse al mismo tiempo que los chales. CHALES. Oungf... Otra jodida.

Ba, la bufanda no tiene nada que ver pero a veces rellenar el título es lo más complicado del post. Avisar que de la serie aun no he conseguido encontrar subtitulos por ninguna parte.

Ana, si en los siguientes capítulos la pareja acaban follando únicamente con bufanda te lo haré saber.

Nerea, si yo soy nadie entonces tiene razón.

Nerea dijo...

Pues entonces será que estoy equivocada.

Anónimo dijo...

Nunca me ha gustado llevar pamela, ni bufanda,ni chal. Soy más de gabardinas. Si hay una prenda que da mas cosa aun que las pamelas y los chales...esa es la rebeca.O si nos ponemos extremos, el miriñaque.
Cada vez que alguien dijera miriñaque, debería salirle pus por el culo.

Anónimo dijo...

>Hay que eliminar los chales de las bodas españolas


Jousi
Supermodelo 2008