jueves, mayo 07, 2009

At a Glance

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Existe un punto en el firmamento donde van a parar todas las miradas perdidas. La mirada de esa chica que mastica chicle con la boca abierta y cara de asco a pesar de estar rodeada de un grupo de amigos. "No estáis a mi altura, no puedo ni miraros" - parece decir. La mirada de ese tío que canta Miguel Bosé en Diego de León con una mano metida en el bolsillo de su pantalón vaquero, tan apretado, que hace que evitar mirarle el paquete no sea una opción viable. La mirada de ese niño que desde su carrito se clava en tí con las pupilas tan profundas, que casi consigues reflejarte en ellas, mientras un hilo de baba le cae desde la comisura del labio hasta su camisa. La mirada de ese chaval que no se sabe la lección cuando el profesor busca un voluntario para salir a la pizarra. La mirada de ese obrero que con su peto amarillo, saborea su bocadillo de tortilla de patata mientras un sol de justicia va bordeando el moreno de su piel por la camiseta, con cuatro moscas inquietas que no se irán por más manotazos que mueva en el aire. La mirada de mi amigo Quico cuando, con la esperanza ya no de que su equipo marque el 3 - 5, sino que no reciba el 2 - 6, observa la tele con el culo tan apretado que no entraría ni el bigote de una gamba.



En ese punto, todas esas miradas existen con una capacidad de atención que se escapa a la lógica. Ese punto existe porque es necesario tener un sitio donde poder perder la mirada por el mero placer de volver a recuperarla en cualquier momento.

3 comentarios:

Quico dijo...

Plas plas plas plas

Te has salido. Este post es como la "Bella y la Bestia" de Disney: Una pastelada maravillosa

Curro dijo...

Lo de la Bella y la Bestia va por la foto, verdad?. Ya sabía yo que me tenía que haber peinado la patilla.

Nerea dijo...

Precioso.

Texto y foto.