lunes, mayo 15, 2006

Diario de un vecino chiflado

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Muchas cosas que en el fondo son iguales, resultan distintas por simplemente la atmósfera que se cree alrededor de ello. Como ejemplo puedo poner un recurso que se utiliza en las películas que a veces consigue hacernos creer que un diálogo de mierda, es lo mejor que hemos oído en nuestras vidas. No hace falta más que la voz en off del protagonista; una voz cavernosa y penetrante la cual posiblemente en alguna otra ocasión haya realizado numerosos doblajes para anuncios de pasta de dientes. Tras esa voz un fondo oscuro intercalando imágenes de corta duración: primero una cama deshecha, después el despertador que esta junto a ella el cual marca una hora muy temprana, a continuación la sombra del protagonista a través del biombo de la ducha... ese tipo de cosas. Y ya está, este simple recurso puede parecer que todo aquello que oigas resulte interesante, y si eso mismo que está diciendo el protagonista, se lo hubieras escuchado decir a tu vecino mientras estás con él en el ascensor, probablemente le hubieras tachado de loco.

Y toda esta introducción es para decir que voy a intentar escribir algo que sin saber muy bien que rumbo cogerá, probablemente sea una mierda, así que, querido lector, para solucionar esto te recomiendo que me veas como el prota molón de esa peli moderna y no como al chiflado de tu vecino.

Entro al baño. Dejo el grifo abierto para que el agua vaya cogiendo la temperatura idónea y mientras me voy despelotando dejando la ropa desperdigada por todo el suelo.

Siempre ignoro el espejo cuando estoy en paños menores.

La ducha me sienta bien a pesar de haber empleado más tiempo en apretar el casi vacío bote de gel, que en darme la ducha. Me siento un perrito caliente debajo del ketchup.

“Mffffffggggffff”
es el ruido que hago al agacharme para recoger toda la ropa desperdigada por el suelo. Me seco, me visto y salgo directo a echar toda esa ropa a lavar.

Abro la puerta del salón y me encuentro a mi madre con mi perro a sus pies durmiendo en una de sus aparatosas posturas. El perro, no mi madre. Tras volver de echar la ropa a lavar mi madre me dice lo siguiente:

“Hijo ciérrame la puerta de la terraza que como me levante yo voy a despertarle” (señalando a Rey (el perro)).

La cortina está echada e hinchada por la corriente pero sin apenas zarandearse… como si el aire corriera siempre con la misma fuerza. Acercándome a cerrarla, siento la perfección en cuanto al clima se refiere y antes de obedecer a la que me abastece, salgo a la terraza para sentir esa agradable corriente.

Vivo en un bajo. Las vistas son una mierda.

Entro de nuevo al salón, cierro la puerta de la terraza y me voy a mi cuarto.

Me siento delante del ordenador y me pongo a escribir lo que acaba de pasar, es decir, esto.

Es curioso que un simple retazo de la rutina diaria pueda hacerme sentir tan bien. Creo que la clave muchas veces está en no imaginarte que algo tan cotidiano y que tienes tan visto pueda hacer crecer una mínima sensación de tranquilidad. Hablo de ese factor sorpresa, como cuando por ejemplo te regalan algo que tanto te apetecía porque si o simplemente recibes un sms de algún amigo en vez del 244 o un mail de verdad en lugar de uno de esos asquerosos Forwards


Y después de todo esto creo que ha quedado claro que el vecino chiflado soy yo, pero la suerte es que vivo en un bajo y nadie comparte ascensor conmigo.


Suena: Rapsusklei – Sueño, no lo soy

7 comentarios:

Anónimo dijo...

mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm !!!!!!!!!
Te estoy imaginando entrando en la ducha........

Curro dijo...

Y que tenga que escribir que me quedo en pelotas delante de la ducha para que me dejes un comentario...

Verás cuanto te pille, calamardo.

Pab dijo...

Qué bueno eres Curro, le sabes sacar el punto hasta a una cosa tan común como ducharse y recoger la ropa sucia!!! Saludos ;)

Curro dijo...

Que decir Pablita...

Gracias!

nus dijo...

No tengo nada en concreto que decir, salvo que este post me ha gustado y eso se merece como mínimo un comentario.
Ah! Lo de la voz en off, la cama desecha... me ha recordado totalmente a Alfie .

Anónimo dijo...

no t he llamado porq papa llega a las 11, no daba tiempo curro no daba tiempo.

Anónimo dijo...

no t he llamado porq papa llega a las 11, no daba tiempo curro no daba tiempo.