jueves, septiembre 21, 2006

Más chufas = Más sabor

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Me encontraba hace un rato en la cocina de mi casa a punto de empezar a cenar. Me levanté a encender la radio y me volví a sentar esperando que de lo que allí saliera fuera algo medianamente interesante, porque de no ser así mis pocas ganas de levantarme a cambiar de emisora me tendrían escuchando basura el tiempo que tardara en engullir la cena.

La emisora que estaba en ese momento era Radio Marca y en ella se podía escuchar al locutor leyendo una cantidad ingente de mensajes a móviles lo que hacía que acelerara su ritmo y no dejara separación entre mensajes. Aquello parecía un único mensaje. Si acaso el punto final lo indicaba un mensaje diciendo algo así como “Laura TQ cariño, eres mi vida.”

Aguanté como un campeón, o como un gilipollas, escuchando la emisora con mi plato de arroz por delante y mi botella de horchata destapada a mi derecha. No le puse el tapón para ahorrar energía y es que por cada tiento al arroz, acompañaban un par de tragos a la horchata. Medio litro en una sola cena es el resultado de beber a base de lingotazos.

Se me acabó la botella aún sin haber acabado el arroz y entonces, mire frente a frente a la botella vacía, la chica de la etiqueta me desafiaba... ¿me desafiaba a qué? Me desafiaba a recordar y asi lo hice, recorde su ley:

La ley de la botella.



Dios santo, la ley de la botella. ¿Como algo tan simple ha podido llegar a cotas tan altas?. Recordemos:

A la ley de la botella, el que la tira va a por ella.

Esta poesía creo que solo está a la altura de Luís Solera y alguno que otro más, aun con esas, acojonante me parece como todos los niños de España y me atrevería a decir que también de Hispanoamérica, se acogen a la ley de la botella cuando un balón en mitad de algún partido (de fútbol habitualmente), sale despedido varios metros fuera del campo y nadie se decide a ir.

Pero un momento, ha llegado el avispado de turno, el que se quiere hacer respetar y no va a por el balón más por una cuestión de status que porque no le apetezca ir a por él. Este muchacho, sagaz y ávido como pocos se acogerá a ella.

La ley del vaso.



Quizá esta sea más independiente y no todos las pandillas hispanohablantes la conozcan. Esta es:

A la ley del vaso, el que la tira no hace caso.

Sin palabras.

Contando esto no es que quiera incidir en el nivel de absurdez de estas leyes, al fin y al cabo están hechas para los niños de ayer y hoy. La conclusión a la que llegué en la cena, desafiado por la chica de la etiqueta de la horchata, fue a la capacidad de difusión que puede llegar a tener ciertas paridas.

Otro ejemplo:




No sé si este estará tan difundido como la ley de botella, pero desde luego yo he conocido a gente de distintas ciudades, culturas y pandillas de la muerte, hacer este gesto con la mano. Por si alguno anda despistado explicar que este divertido juego consiste en que el sujeto A, pone la mano tal y como se ve en la ilustración cerca del campo de visión del sujeto B, el cual no sabe que la mano del sujeto A esta rondando por ahí. Entonces, agarraos a vuestros faldones, el sujeto B mira la mano del sujeto A sin que este le hubiera dicho que lo hiciera (!!!)

Y una vez más insisto no en el hecho de que esto exista, desde luego cosas peores se han visto, sino al hecho de que esta subnormalidad haya llegado a extenderse por distintas zonas sin que nadie puede pararlo.

Creo que en algún momento del relato tuve que hablar del momento Ricky Martin y la nocilla (mermelada, mantequilla, fuagrás, philadelphia…) pero no he sabido colarlo en ningún otro momento que no sea este.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

la humanidad es subnormal

Anónimo dijo...

Te han faltado las otras dos que hay: - Dedo índice en palma de la mano.
- Índice y pulgar formando un círculo y el resto de dedos extendidos.

Son tres gestos facilmente relacionables no?

Anónimo dijo...

Sabias cosas las que aprendemos en la infancia. Yo nunca tiro la comida porque hay muchos niños pobres que se mueren de hambre, sin embargo no me tiro a un pozo porque fulanito se tire (ni siquiera los niños son tan gilipollas)

Muchas de estas cosas se las inventan Cruz y Raya. Los Morancos no han tenido tanta difusión excepto con lo de Joshua y Kevin Cosner de Jesús.

Palo salva.

Anónimo dijo...

Pepe, curra un poco anda

Curro dijo...

Pensé en ellas también Pepé, pero efectivamente, son fácilmente relacionables.

Fácilmente relacionables.

Zalo, lo de palo salva clama al cielo. Portero delantero o caño da una vida, tampoco están mal.

Anónimo dijo...

la humanidad avanza poco a poco hacia la autodestruccion. la difusion de este tipo de costumbres/bromas estereotipadas demuestra que el uso de pantalones de pitillo durante las decadas de los 60/70 y 80 ha perjudicado gravemente la calidad de los espermatozoides del español de a pie. lo que irremisiblemente lleva a una increible degeneracion de la raza, que hara que de aqui a unos años, los jóvenes españoles sean incapaces de superar la educación primaria. es horrible.

Anónimo dijo...

Y qué me decís de V. Se dice eso y es como parar al mundo entero

Miriam (flxt) dijo...

Me tiene fascinada tu complejo proceso de asociación de ideas: se te acaba la horchata y llegas a un análisis de la cultura popular de la España profunda (Ricky Martin included).
Deberías dormir más...y no hacer caso a Luis Solera, por lo que más quieras!
Un blogbesito!

Curro dijo...

¿Dormir más? Creo que la chufa lleva cafeína, porque llevo una temporada que eso es inviable. Arf.

Otro blogbeso para ti.

Usa la fuerza, es tu derecho.