Espérate lo mejor... y prepárate para lo peor

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Siempre el mismo proceso: abrir el grifo, dejar correr el agua, poner las manos a modo de cuenco apretándolas bien para que el agua no se cuele entre los dedos, meter las manos debajo y cuando el agua este a punto de rebosar, hacer un gesto seco y frotar las manos ya extendidas contra tu cara.

¿Una gilipollez?. Pues llevaba como cosa de siete meses sin poder hacer esta gilipollez, al menos de la forma molonamente establecida, y bien que lo he echado de menos. Y es que por motivos ajenos a metro (esto creo que iba en otro post), me hice un piercing en la ceja hace un tiempo y frotarse la cara cuando hay un cacho de metal colgando del ojo, es algo más delicado, por lo que hay que hacer algún otro quiebro a la hora de lavarse la cara o bien optar por el que fue bastante concurrido lavado de ojos, y no de cara. Lo que viene a ser quitarse las legañas y a correr, vamos...

El piercing voló hace unos dias y ahora me lavo la cara siete veces al dia, mejorando no solo la cantidad, sino también la calidad, esmerándome tanto en el proceso que me dejo el cutis como el culito de Judit Mascó, y como la cara de un bebé.

¿A dónde voy con todo esto?. Pues a la misma mierda de siempre, a lo estúpidos que somos al valorar solo las cosas cuando no las tenemos y a aprovecharlas verdaderamente cuando las hemos recuperado.

Me voy a lavar la cara.

Vale, después de quitarme las impurezas de la cara (prff) aqui va una autocrítica que probablemente le importe a mi puta madre (en el sentido figurado del término) y a mi madre (en el sentido literal del término):

Soy un cobarde.

Muchas veces me da por aplazar las cosas por no ser capaz de afrontarlas. Y ahora se me ocurre una comparación que consiste en esas noches jodidas de sueño que normalmente frecuento. Sé que el dia siguiente va a ser muy jodido: las clases, el trabajo, el metro, el autobús, Lauren Postigo, los boquerones en vinagre y todo ese tipo de cosas, pero en el momento en el que estoy despierto estoy tranquilo. El problema es que no pienso en las consecuencias que esa ficticia tranquilidad me traerá. Y entonces aplazo la hora de ir a la cama porque al fin y al cabo estoy sentado en el sofá del salón con un tazón de crispis en la mano y pudiendo elegir entre cinco modalidades de teletienda (que sabia es la parabólica).

Miro el reloj dándome cuenta de lo tarde que se me ha hecho y con una mezcla de sentimientos entre jodienda por el poco tiempo que voy a dormir y el autoconsuelo de que quizás mañana por la mañana no sea para tanto, voy a domir.

Y entonces me despierto.

Y entonces me cago en la puta.

Y me cago en la puta muchas veces por haber sido tan gilipollas de no haber ido a sobar antes y haber desperdiciado esas horas de sueño que tenía libres. Lo mejor supongo que consiste en enfrentarse a la realidad aun sabiendo lo chunga que va a ser, porque asi al menos podremos cagarnos en la puta sin el lastre de pensar que lo podríamos (y deberíamos) haber hecho mejor.


Y se acabó el post.

Pepe, esta fijo que la conoces.


Suena: Los Piratas - M