jueves, octubre 05, 2006

Cinco horas con Zalo

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Una vez más me encuentro en la parada del autobús, pero no en la de siempre, sino en la que está más cercana al estanco y es que tuve que ir antes a comprar un metrobus porque se habían agotado todas las existencias en casa. Tras quince minutos esperando saco el móvil. Siempre siento una especie de inhibición en el momento de sacar del bolsillo mi móvil, no sé si es porque no consigo quitar ese fondo de pantalla de Homer Simpson que tan poco me gusta o porque la forma del móvil me gusta casi tan poco como el fondo de pantalla, el caso es que ocurre.

Selecciono Nuevo Sms, ¿tendré saldo suficiente?:

“l pto bus no psa. Llgo tard”


Cuando voy a buscar en la agenda el número al que tengo que enviar el mensaje, frunzo el ceño y recuerdo que Gonzalo hace tiempo que no tiene móvil. No se que me pasa para escribir mensajes con el móvil, pero me siento como un abuelo usando el Photoshop y es que los escribo realmente despacio, es por esto y por el hecho de tener puteado a Gonzalo esperándome lo que hace que me cague en la puta doblemente. Bien.

Al día siguiente, abro mi correo y veo tres nuevos mails: dos ofertas de piso y un muchacho que se ofrece a compartir piso con nosotros.

Emocionado cojo el móvil para mandar un mensaje y comienzo un diálogo conmigo mismo:

- Mierda, ¿tendré saldo suficiente?
- ¡Ah, si! Si al final no mandé ayer ningún sms
- Nuevo sms
- Tnmos 3 mails: 2 ofrtas d pso y 1 xa cmpañro. Yeah!.
- Vale, ¿cual era el numero de Gonzalo?
- Gilipollas, GONZALO NO TIENE MOVIL.

Aclarar que siempre que puedo evito el lenguaje sms, pero para ilustrar mejor el mundo del celular lo he puesto cual adolescente evitando faltas de ortografía graves, los que quitan las haches en los mensajes merecen una muerte lenta y agónica, desde luego que sí.

He empezado a leerme un libro:



Empecé ayer mismo y escogí este libro desconociendo completamente el argumento, guiado solo por el título, el autor y la portada: Cinco horas con Mario, Miguel Delibes, persona con manos, ojos y creo que también tiene una nariz.

Cuando era pequeño afrontaba los libros con mayor optimismo cuando en ellos había unos cuantos dibujos que si bien eliminaban toda capacidad de imaginarme a los personajes como me saliera de la entrepierna, sentía una especie de mayor fluidez a la hora de leer.
Hoy me pasa lo mismo pero en vez de con los dibujos, con los diálogos. Me gustan mucho los diálogos en un libro, y es que de alguna forma también quitan densidad a todo ese montón de párrafos con algún que otro punto y aparte suelto.

Si de pequeño una vez empezado el libro, empezaba a pasar páginas para ver cuando llegaba el primer dibujo, ayer, con Cinco horas con Mario, empecé a pasar páginas para ver si encontraba en suerte algún diálogo.

Ni uno solo.

El argumento del libro consta de una mujer que se queda viuda y habla al féretro de su marido durante las 256 páginas: sin diálogo. 256 páginas de monólogo, o al menos de eso tiene pinta, ya veremos si me equivoco más adelante. De momento el libro me está gustando aunque no haya dibujitos, ni sms, ni diálogos putos.

8 comentarios:

Litos dijo...

5 oras dn xa mucho Currete. Lo q mla s qando Mrio dja d acrse l muerto y mpieza a exarle n kra a l parienta tdo l q l a dixo....jder,q final tn weno...

Anónimo dijo...

Bueno, los ejércitos de movilandia han vuelto a reclamar mi presencia en sus filas, así ke la próxima vez que me tengas puteado al menos me podrás tener informado (sigue siendo el mismo número)

Creo que al final del libro resulta que Jesucristo tuvo un hijo con su primo Juan, encontraron un código oculto en la entrepierna del David de Miguel Angel

(por cierto, cómo va lo de Londres?)

Anónimo dijo...

es un monologo o un soliloquio??

Miriam (flxt) dijo...

Yo Cinco horas con Mario lo vi en el teatro, y me pasó algo parecido cuando me dijeron quién actuaba (era Lola Herrera, si si, la de UPA-Dans).
No fui por voluntad propia eh, era cosa del cole, de cuando iba al cole. No recuerdo bien, pero creo que tienes monólogo para aburrir.
bss Wapa, XD

Anónimo dijo...

de hecho, la mujer luego tuvo que ir directa al psicologo porque se volvio gilipollas

Curro dijo...

Con que el que acabe gilipollas sea yo, me sentiré satisfecho.

Fer dijo...

Los mensajes del Vale nos han afectado, eh?

redChou dijo...

"los que quitan las haches en los mensajes merecen una muerte lenta y agónica"
estoy de acuerdo contigo, merezco una muerte lenta y agonica.
Pero en el momento fatídico, cuando digamos, y lo escribo fonéticamente, asta luego...como sabrás si lo dijimos con h o sin ella?

revindico la importancia de las tildes