Todo lo bueno se acaba, y aunque no lo digan, todo lo malo también.

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Suena el telefono, pero no me apetece levantarme a cogerlo. Total, no va a ser para mí.

De una forma extraña hoy creo que es un dia para sentirse bien con uno mismo a pesar de que cargue a mis espaldas con una resaca del quince. A veces nos cegamos de una forma clara en la canción y nos olvidamos de que antes de esa canción ha habido una intro. Otras veces nos damos cuenta y conseguimos que esa Intro nos ponga en situación de lo buena o mala que puede llegar a ser la canción sin necesidad siquiera de escucharla.

Y esto ha quedado más ambiguo que la sexualidad de Francis Lorenzo, pero es la gracia de las metáforas, que cada uno pueda sacar sus propias conclusiones. Yo ya tengo las mias.

Mis conclusiones.

Cambiando de tercio. Diez y media de la noche, vibra el movil en el bolsillo de mi pantalón. Miro y es mi hermano Rafa. En el tiempo que tardo en cogerlo empiezo una conversación conmigo mismo.

- Fijo que me llama para algo del concierto...
- ¿Qué hora es?.
- Coño, a esta hora no debería estar tocando ya u2.
- ¡Oh! , y si...

Escucho la guitarra de The Edge, pero no llego a entender que canción suena. Segundos después Bono me lo aclara. Where the Streets Have No Name.

Gracias Rafa. (te voy a borrar el nombre en este blog, macho).

Y creo que ya no tengo nada más que decir aparte del parecido físico que encuentro entre Manu Sanchez, presentador de las noticias del deporte de Antena 3 y Tom Chaplin, cantante del grupo Keane.





Suena: All That Remains - Regret Not